lunes, 23 de febrero de 2015

"La sociedad de la transparencia", de Byrung-Chul Han (2012)

Resumen de "La sociedad de la transparencia", de Byrung-Chul Han (2012)


Resumen original y actualizado en:

Razones para leer este libro:
Las recientes leyes que obligan a las instituciones públicas a ser transparentes ponen de actualidad este libro. Pone como ejemplo que en Facebook solo haya un botón para decir "me gusta" y ninguno para "no me gusta", lo cual nos lleva a esa filosofía de la "positividad", de que todo está guay. El autor reflexiona sobre estos temas justo en un momento en que Internet nos abre la posibilidad de vivir en un mundo donde hay escasa intimidad y todo es expuesto a la luz pública.



Resumen y anotaciones de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho,
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Sociología, crítica social, política, cambio social, sociedad digital, redes sociales, cultura digital

Título: "La sociedad de la transparencia"
Título original: "Transparenzgessellschaft"

Autor: Byrung-Chul Han

Fecha de publicación: Berlín, 2012 (MSB Matthes & Seitz Verlag)

Publicación en español: Herder Editorial SL, Barcelona, 2013

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Biografía oficial del autor (hasta 2013)

Byung-Chul Han, de origen coreano, estudió Filosofía en la Universidad de Friburgo y Literatura alemana y Teología en la Universidad de Múnich. En 1994, se doctoró por la primera de dichas universidades con una tesis sobre Martin Heidegger. En la actualidad es profesor de Filosofía y Teoría de los medios en la Escuela Superior de Diseño de Karlsruhe. Autor de más de una decena de títulos, entre ellos La sociedad del cansancio.

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Texto de la contraportada del libro:

"Ningún otro lema domina hoy el discurso público tanto como la transparencia. Según Han, quien la refiere solamente a la corrupción y a la libertad de información, desconoce su envergadura. Esta se manifiesta cuando ha desaparecido la confianza y la sociedad apuesta por la vigilancia y el control. Se trata de una coacción sistémica, de un imperativo económico, no moral o biopolítico. Las cosas se hacen transparentes cuando se expresan en la dimensión del precio y se despojan de su singularidad. La sociedad de la transparencia es un infierno de lo igual.
Google y las redes sociales, que se presentan como espacios de libertad, se han convertido en un gran panóptico, el centro penitenciario imaginado por Bentham en el siglo XVIII, donde el vigilante puede observar ocultamente a todos los prisioneros. El cliente transparente es el nuevo morador de este panóptico digital, porque no existe ninguna comunidad sino acumulaciones de Egos incapaces de una acción común, política, de un nosotros. Los consumidores ya no constituyen ninguna fuerza que cuestionara el interior sistémico. La vigilancia no se realiza como ataque a la libertad, Más bien, cada uno se entrega voluntariamente, desnudándose, exponiéndose, a la mirada panóptica. El morador del panóptico digital es víctima y actor a la vez".

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ÍNDICE


La sociedad positiva

La sociedad de la exposición

La sociedad de la evidencia

La sociedad porno

La sociedad de la aceleración

La sociedad íntima

La sociedad de la información

La sociedad de la revelación

La sociedad del control

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Comentarios previos: El tema está bien elegido porque más que nunca oímos la importancia de la transparencia en la política. De hecho, hay leyes como la de la Transparencia que obliga a los políticos a revelar sus bienes, sus viajes, regalos y otro tipo de beneficios para evitar casos de corrupción. Más o menos, a todo el mundo le parece una medida razonable. Pero el autor dice que tenemos que ver más allá, por ejemplo, en el botón "Me gusta" de Facebook. ¿Por qué no hay uno que diga "No me gusta"? Han dice que la positividad ayuda a la comunicación y la negatividad no, y lo que se hace es fomentar la comunicación. 

En el antepenúltimo capítulo habla de la sociedad de la información. Primero reflexiona sobre el mito de la caverna de Platón en el que la luz brota de una fuente o un origen y desarrolla una negatividad.
Añade que la sociedad de la transparencia es sociedad de la información porque a la información le falta toda negatividad. Es un lenguaje positivizado y operacionalizado. Cree que la información no debería equiparse con el engranaje de Heidegger (colocar, encargar, representar y confeccionar son figuras de poder y dominio) porque no coinciden poder y captación de atención. La teoría de Heidegger de la imagen (medio por el que nos apoderamos del ente y lo tenemos a disposición) "no explica las imágenes mediáticas de hoy pues estas son simulacros que ya no representan a ningún ente". Concluye que la masa multimedia de la información y la comunicación es más un "amalgama" que un "engranaje".
Añade que la sociedad de la información no solo carece de verdad sino también de apariencia (hay que llenar el vacío). No genera verdad y cuanta más información hay, más intrincado se hace el mundo. "La hiperinformación y la hipercomunicación no inyecta ninguna luz en la oscuridad", dijo.

En el penúltimo capítulo estudia la sociedad de la revelación. Alude a las Confesiones de Jean-Jacques Rousseau y su corazón cristalino y la dictadura del corazón. En tiempos de Rousseau se exigía transparencia: pelucas con pinturas de escenas históricas o sentimientos y no unas poses. Byrung-Chul Han dice que en esos tiempos la moral de una transparencia se trueca necesariamente en tiranía (rompe todos los velos, saca todo a la luz) en los que están prohibido el teatro y la mímesis. La sociedad de la transparencia de Rousseau se muestra como una sociedad de control y vigilancia totales. Dice que hoy en día, el "viento digital" de la comunicación lo penetra todo y lo hace transparente. Dado que la red digital no tiene corazón ni ética ni moral, la transparencia digital es pornográfica (sigue los dictados del provecho máximo, atención máxima).

En el último capítulo estudia la sociedad del control. Byrung-Chul Han dice que el "panóptico digital" del siglo XXI carece de perspectiva en el sentido de que "no es vigilado desde el único centro por la omnipotencia de la mirada despótica". Al contrario que el correccional de Bentham, no hay centro ni periferia. En el panóptico digital, los moradores no están aislados entre sí sino que se conectan y colaboran de manera activa en su construcción y conservación porque se exhiben ellos mismos su propia esfera privada y se desnudan (el exhibicionismo y el vouyerismo alimentan las redes). David Brin habla de una democratización de la vigilancia (todos se vigilan entre sí). Sostiene que la vigilancia permanente y el control total aniquila la libertad de acción y conduce a una uniformidad. Cree que la transparencia deshace la confianza y que es un imperativo económico (iluminación es explotación). El cliente transparente es el nuevo morador, el hombre sagrado del panóptico digital. Dice que en la sociedad de la transparencia no hay ninguna comunidad sino agrupaciones de individuos aislados de egos que se agrupan entorno a una marca (Brand communities). Hay una explotación de lo social, lo social se degrada, es un elemento funcional de la producción. Añade que Google y las redes sociales, que se presentan como espacios de la libertad, adoptan formas panópticas. "Hoy la vigilancia no se realiza como ataque a la libertad sino que cada uno se entrega voluntariamente a la mirada panóptica. A sabiendas, contribuimos al panóptico digital en la medida en que nos desnudamos y exponemos. El morador del panóptico es víctima y actor a la vez. Ahí está la dialéctica de la libertad, que se hace patente como control", dice el autor Byrung-Chul Han.

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