Resumen: "Redes de indignación y esperanza", de Manuel Castells (2012)
Link original y actualizado:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2014/10/redes-de-indignacion-y-esperanza-de.html
Motivo de recomendación del libro:
La reciente victoria de
Syriza en Grecia ha puesto de actualidad a los movimientos de indignados
que se oponen a las políticas de austeridad y recorte auspiciadas por
la UE o la globalización. Castells hace un repaso de todos esos
movimientos, desde el 15-M, a la primavera árabe o el fenómeno de Ocuppy
Wall Street o las protestas de Seattle.
Autor del resumen: E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho
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Sociología, cambio social, redes sociales, opinión pública, movimientos sociales
Título: "Redes de indignación y esperanza"
Subtítulo: "Los movimientos sociales en la era de Internet"
Autor: Manuel Castells
Fecha de publicación: 2012
Editorial: Alianza Editorial
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Biografía oficial del autor (hasta 2012)
Manuel
Castells es el titular de la cátedra Wallis Annenberg de Tecnología de
la Comunicación y Sociedad de la Universidad del Sur de California, Los
Ángeles. Es también catedrático de la Universidad Oberta de Catalunya en
Barcelona y del Instituto de Estudios Globales de París. Entre 1979 y
2003 fue catedrático de Sociología y de planificación urbana en la
Universidad de California en Berkeley. Ha enseñado, entre otras
instituciones, en el MIT, en Oxford, en Cambridge, en la Universidad
Hitotsubashi de Tokio, en la UNAM de México y en la Universidad Autónoma
de Madrid. Es académico de la Academia Europea, de la Academia
Británica, de la Academia Americana de Ciencias Politicas y Sociales, de
la Academia Mexicana de Ciencias y de la Real Academia Española de
Ciencias Económicas y Financieras. Fue consejero fundador del European
Research Council (ERC) y consejero fundador del European Institute of
Innovation and Technology (EIT) de la Comisión Europea. Ha recibido 18
doctorados honoris causa de universidades españolas, europeas,
norteamericanas, lationoamericanas y asiáticas y ha sido condecorado en
Francia, Catalunya, Portugal, Chile y Finlandia. Ha publicado 26 libros,
incluyendo la trilogía La era de la información: economía, sociedad y
cultura, traducida a 22 idiomas. En 2012 recibió el prestigioso Premio
Holberg otorgado por el Parlamento Europeo.
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Reseña de la contraportada
"Ocurrió
cuando nadie lo esperaba. En un mundo presa de la crisis económica, el
cinismo político, la vaciedad cultural y la desesperanza, simplemente
ocurrió, Conectadas a través de las redes sociales de Internet, las
personas empezaron a agruparse en esos espacios de autonomía y, desde la
seguridad del ciberespacio, pasaron a ocupar las calles y a elaborar
proyectos ligados a sus verdaderas preocupaciones, por encima de las
ideologías y de los intereses dominantes, reclamando su derecho a hacer
historia. En todos los casos ignoraron a los partidos políticos,
desconfiaron de los medios de comunicación, no reconocieron ningún
liderazgo y rechazaron toda organización formal, debatiendo
colectivamente y tomando sus decisiones en asambleas locales y a través
de Internet. Desde Túnez e Islandia hasta la revolución egipcia y el
movimiento Occupy Wall Street, pasando por los indignados en España,
Manuel Castells arroja luz sobre esos movimientos - su formación, su
dinámica, sus valores y sus perspectivas de transformación social -, que
han llegado a alcanzar a 82 países. Al hilo de su esclarecedor y
apasionante análisis, identifica las nuevas vías del cambio social que
han surgido en este siglo y plantea hipótesis sobre sus implicaciones
prácticas. Un libro, en definitiva, imprescindible para comprender - y
cambiar - nuestro mundo".
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ÍNDICE
1 - Obertura: conectar las mentes, crear significado, contestar al poder
2 - Preludio a la revolución: dónde empezó todo
Túnez: "La revolución de la libertad y la dignidad"
La
revolución de las cacerolas de Islandia: del colapso financiero a la
elaboración popular de una nueva Constitución a través de Internet
Viento del Sur, viento del Norte: vectores transculturales del cambio social
3.- La revolución egipcia
El espacio de flujos y el espacio de lugares en la revolución egipcia
La respuesta del estado a una revolución mediada por Internet: la gran desconexión
¿Quienes eran los que protestaban y qué era la protesta?
Las mujeres en la revolución
La cuestión islámica
"La revolución continuará"
Comprender la revolución egipcia
4 - Dignidad, violencia y geopolítica: los levantamientos árabes
Violencia y estado
¿Una revolución digital?
5 - Una revolución rizomática: las indignadas en España
Un movimiento autogestionado
¿Qué quieren las indignadas?
El discurso del movimiento
Reinventando la práctica democrática: un movimiento asambleario sin líderes
De la deliberación a la acción: la cuestión de la violencia
Un movimiento político contra un sistema político
Una revolución rizomática
6 - Occupy Wall Street; cosechando la sal de la tierra
La ira, el trueno, la chispa
La pradera en llamas
Un movimiento en red
La democracia directa en la práctica
Un movimiento sin demandas: "El proceso es el mensaje"
Violencia contra un movimiento no violento
¿Qué consiguió el movimiento?
La sal de la Tierra
7 - Cambiar el mundo en la sociedad red
Los movimientos sociales en red: ¿un modelo emergente?
Internet y la cultura de la autonomía
Los movimientos sociales en red y la política reformista: ¿un amor imposible?
8 - Más allá de la indignación, la esperanza, vida y muerte de los movimientos sociales en red.
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Resumen:
Castells
examina los movimientos sociales de Túnez contra la dictadura o
pseudodemocracia, de Islandia contra la deuda financiera, de España
contra la austeridad, de Egipto contra la dictadura y de Occupy Wall
Street contra la desigualdad del 99%-1%. Dice que su coordinación solo
fue posible a través de las redes sociales e Internet. Por ejemplo, en
el caso de Túnez salieron a la calle indignados jóvenes y titulados que
estaban en el paro y descontentos.
De estos movimientos
ya se ha hablado mucho en la prensa en su día, por lo que he pasado
directamente a la parte más analítica del libro.
Especial interés tiene el último capítulo porque enumera las conclusiones del libro.
Lo
primero que llama la atención es que Castells vincula la subida de
precios de los alimentos, como el pan, que alcanzó precios inasequibles
en el mundo árabe. [nota del lector: inmediatamente, me viene el eco de
la Revolución Francesa ligada a la subida del precio del pan]. Dice que
en el 2010 la caldera de indignación social y política llegó a su punto
de ebullición. Cada revuelta inspiró a la siguiente transmitiendo en red
imágenes y mensajes a través de Internet. Dice que hay un patrón común:
la forma de los movimientos sociales en la era de Internet.
Características comunes de los movimientos sociales del 2010
1) Están conectados en red de numerosas formas.
Son una red de redes sin centro identificable ni líder, es una estructura descentralizada.
Comienzan
en las redes y luego se convierten en movimiento al ocupar espacio
urbano en plazas públicas o manifestaciones continuadas. Este espacio
híbrido lo llama "espacio de autonomía" (supone un desafío al poder).
2) Los movimientos son globales y locales a la vez
Son
locales porque ocupan un espacio físico en su área pero también porque
están conectados en todo el mundo, aprenden de la experiencia de los
demás y crean sus propias redes. Hay un debate global en Internet y a
veces convocan manifestaciones conjuntas.
3) Han
generado el "tiempo atemporal", una forma transhistórica de tiempo: en
las acampadas viven el día a día, sin saber cuándo será el desalojo, y
en sus debates y proyectos hacen referencia a un horizonte de
posibilidades ilimitado. Castells lo compara con el tiempo fijo del
obrero en la cadena de montaje.
4) Son espontáneos en su origen, desencadenados por lo general por una chispa de indignación.
Tras
la chispa, se crea una comunidad instantánea de prácticas insurgentes.
Tienen gran impacto las imágenes que llegan a la emoción de los
indignados.
5) Los movimientos son virales.
Difunden imágenes movilizadoras, disparan las esperanzas de la posibilidad de cambio.
6) La transición de la indignación a la esperanza se consigue mediante la deliberación en el espacio de la autonomía.
Las
decisiones se toman en asambleas y comisiones. Suelen ser movimientos
sin líderes, por la desconfianza que hay a delegar el poder. Hay un
rechazo a los representantes políticos al sentirse manipulados y
traicionados. La forma implícita es el autogobierno del movimiento por
la gente del movimiento con el objetivo de sentar las bases para una
futura democracia real practicándola en el movimiento [nota del lector:
leyendo el libro de Castells da la impresión de que los activistas
indignados son "ultraliberales" que quieren la menor interferencia de
los políticos, o sea, del Estado].
7) Unidad
Las
redes horizontales multimodales, tanto en Internet como en el espacio
urbano, dan lugar a la unidad. La gente unida vence el miedo y descubre
la esperanza. No es una comunidad con valores comunes porque para eso
hay que recorrer un largo camino. Hay lemas como: "Juntos podemos" [nota
del lector: ¿de qué me suena eso?]
8) La horizontalidad de las redes favorece la colaboración y la solidaridad. socavando la necesidad de un liderazgo formal.
Genera confianza frente a la cultura política de la competencia y el cinismo.
Sostienen
que el fin no justifica los medios sino que el medio representa en sí
mismo los objetivos de la transformación que se desea.
9) Son movimientos altamente autorreflexivos.
Se
preguntan sobre sí mismos para no caer en la trampa de reproducir los
mecanismos del sistema que quieren cambiar, especialmente en cuanto a
delegación política de la autonomía y soberanía.
Hay deliberaciones asamblearias en los foros de Internet.
10) Son movimientos, en principio, no violentos
Llevan
a cabo una desobediencia civil pacífica. Pero tienen necesariamente que
ocupar espacios públicos por lo que la policía suele desalojarlos (lo
que proporciona imágenes en Internet y simpatías con los manifestantes).
Es una cuestión delicada porque los manifestantes necesitan el apoyo
del 99% de la gente si quieren cambiar algo.
11) Los movimientos raramente son programáticos.
La excepción es cuando se centran en un único objetivo: acabar con la dictadura.
Debido
a su caracter asambleario, no pueden centrarse en una única tarea ni
canalizarse en una acción política demasiado pautada.
Los partidos políticos no pueden captarlos pero sí aprovecharse del cambio de mentalidad en la opinión pública,
12) Tienen el objetivo de cambiar los valores de la sociedad.
Pueden
ser movimientos de opinión pública, con consecuencias electorales.
Pueden cambiar el Estado pero no apoderarse de él (porque no crean
partidos ni apoyan gobiernos). [nota del lector: la excepción podría ser
"Podemos" en España, aunque no venga directamente de los indignados del
15-M pero sí tenga ahí su caladero de votos].
13) Son muy políticos en un sentido fundamental.
Proponen
y practican una democracia deliberativa directa basada en la democracia
en red. Su utopía de democracia en red basada en comunidades locales y
virtuales en interacción. [nota del lector: el problema de esta
democracia de Internet es que no es universal, dado que no todos tienen
acceso gratis y permanente a Internet, solo algunos ciudadanos con poder
adquisitivo para costearse la tarifa y un móvil u ordenador].
Castells termina diciendo que es una plataforma privilegiada para la construcción de la autonomía social.
14)
Los movimientos sociales en red comparten una cultura específica: la
cultura de la autonomía, la matriz cultural fundamental de las
sociedades contemporáneas.
Conectan las demandas actuales con los proyectos del mañana. Quieren la autonomía de las personas respecto de las instituciones.
Castells distingue entre individuación, individualismo y autonomía.
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Individuación: el proyecto del individuo puede estar dirigido a la
acción colectiva e ideales compartidos como la conservación del medio
ambiente o la creación de la comunidad.
- Individualismo: hace del bienestar del individuo el objetivo último de su proyecto individuado.
-Autonomía:
capacidad de un actor social para convertirse en sujeto definiendo su
acción alrededor de proyectos construidos al margen de las instituciones
de la sociedad, de acuerdo con los valores e intereses del actor
social.
La transición de la individuación a la
autonomía se opera mediante la conexión en red, que permite a los
actores indiduales construir su autonomía con personas de ideas
parecidas en las redes que elijan.
Castells dice:
"Sostengo que Internet proporciona la plataforma de comunicación
organizativa para traducir la cultura de la libertad en la práctica de
la autonomía. Eso es así porque la tecnología de Internet representa la
cultura de la libertad".