viernes, 24 de abril de 2015

Resumen: "Caída libre" (Freefall), de Joseph E. Stiglitz (2010)

Resumen: "Caída libre" (Freefall), de Joseph E. Stiglitz (2010)

Resumen y comentarios de E.V.Pita, licenciado en Derecho y Sociología (2011)
Resumen original y actualizado en:
Razones para comentar este libro:
Stiglitz diagnosticó hace cinco años las causas de la crisis del 2008 y explicó de dónde venían esos lodos y cuáles eran las políticas que se estaban aplicando a los países, generalmente, en beneficio del acreedor. Fue el primero de una serie de libros que cuestionaron la austeridad.
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Sociología / Materia: estructura socioeconómica, cambio social.
Título: "Caída libre. El libre mercado y el hundimiento de la economía mundial"
Título original: "Freefall, America, Free Markets, and the Sinking of the World Economy"
Autor: Joseph E. Stiglitz
Fecha de publicación: 2010
Editorial: Taurus
CAPITULOS
1. LA GESTACIÓN DE UNA CRISIS.
2. LA CAIDA LIBRE Y SUS REPERCUSIONES
3. UNA RESPUESTA FALLIDA
4. EL FRAUDE DE LAS HIPOTECAS
5. EL GRAN ATRACO ESTADOUNIDENSE
6. LA AVARICIA ROMPE EL SACO
7. UN NUEVO ORDEN CAPITALISTA
8. DE LA RECUPERACIÓN MUNDIAL A LA PROSPERIDAD MUNDIAL
9 REFORMAR LAS CIENCIAS ECONOMICAS
10. HACIA UNA NUEVA SOCIEDAD
Nota introductoria:
Para comprender "Caída Libre" es necesario entender el concepto de "riesgo sistémico".
En finanzasriesgo sistémico es el riesgo común para todo el mercado entero. Puede ser interpretado como "inestabilidad del sistema financiero, potencialmente catastrófico, causado por eventos idiosincráticos o condiciones en los intermediarios financieros".[1] Se refiere al riesgo creado por interdependencias en un sistema o mercado, en que el fallo de una entidad o grupo de entidades puede causar un fallo en cascada, que puede hundir el sistema o mercado en su totalidad / Extraído de la Wikipedia.
RESUMEN
Resumen: Stiglitz habla de que la Gran Recesión del 2008 es una crisis sistémica. Introducción: Stiglitz coincide con otros autores en que entre 1970 y 2008 hubo una época neoliberal que prometía el crecimiento ilimitado, con un elevado crédito para consumir y un elevado apalancamiento.
Algunas notas: Reagan contrató a Greenspan porque no tenía escrúpulos para desregularizar el sistema financiero. El nuevo gurú no hizo nada por evitar la burbuja de Internet ni la inmobiliaria. A lo largo de los años 90, hubo discretos rescates del sistema financiero en países de Asia y Latinoamérica, se dejaba creer que todo lo regulaba la mano invisible del mercado libre cuando era evidente que el estado tenía que intervenir para rescatar a los bancos en apuros.
Pero el problema no es un hombre sino el propio sistema. El 2008 dejó en entredicho la doctrina del neoliberalismo y, según el diagnóstico de Stiglitz, creó una crisis del sistema y que no es de tipo cíclica, lo cual suena a que la cosa va para largo.
En el capítulo 2 da una pista sobre la recuperación de los precios de las acciones, lo que no tiene que implicar que las cosas van bien. Puede ser porque los bancos centrales inundan el mercado de liquidez y los tipos de interés están bajos, por lo que las acciones son más atractivas que los bonos. Este dinero se supone que debería ir a aumentar el crédito de las empresas pero podría también alimentar una miniburbuja en la Bolsa. El aumento del precio de las acciones podría reflejar también el premio a las empresas que reducen costes con despidos y bajando salarios, lo que sería contraproductivo porque los trabajadores reducirían el consumo (supone el 70% del PIB)
Causas de otras recesiones: los bancos centrales aumentaban los tipos pero luego los corregían, había una acumulación excesiva de inventarios. En la Gran Depresión, el sistema financiero se desmoronó (la recuperación fue difícil). Stiglitz dice que las decisiones que se tomaron para estimular la economía solo han logrado retrasar más de lo necesario la recuperación.
En el capítulo 4, examina cómo se otorgaron las hipotecas a miles de ciudadanos sin exigirles una garantía. Lo preocupante es que los financieros olvidaron su sensatez y se vieron con decenas de casas devueltas cuando el precio de la hipoteca era mayor que la casa.
En el capítulo 5, señala que la Reserva Federal de EEUU concedió dinero del contribuyente para tapar los agujeros de los bancos, con un cheque en blanco y sin dar explicaciones. Stiglitz sospecha que muchos bancos y aseguradoras inflaron sus pérdidas para obtener más dinero del rescate. Los bancos obtuvieron la liquidez deseada pero no concedieron los créditos a las empresas como hubiera deseado el Gobierno. Además, este compró bonos-basura y activos tóxicos y dejó en manos de los bancos aquellos que se podían salvar. Las pérdidas las asumió el contribuyente.
El capítulo 7 es un varapalo a los gobiernos Bush y Obama porque las medidas que adoptaron no castigaron a Wall Street y a la Reserva Federal por provocar una crisis sino que le regaló más dinero en subvenciones y aumento de poder y competencias a la vez que reducía los salarios, recortaba las pensiones y el déficit a la vez que los bonos de los banqueros se incrementaban, lo que considera injusto. Insiste en la idea de que los mercados sin regulación son ineficientes porque hay monopolios, asimetrías en la información. Es favorable a que el Gobierno regule e invierta sabiamente el dinero de los contribuyentes, no en subvenciones a la agricultura [nota del lector: lo que ya dijo el autor de "El economista camuflado"] viviendas, sino en infraestructuras, investigación, tecnología y protección social.
Pide un Nuevo Capitalismo: "Si queremos recuperar una prosperidad sostenida, necesitamos una nueva serie de contratos sociales basados en la confianza entre todos los elementos de nuestra sociedad, entre ciudadanos y gobiernos, y entre esta generación y las futuras".
Algo en lo que insiste es que la mano invisible del mercado sabe que si un banco "demasiado grande para caer" está a punto de quebrar, el gobierno lo va a rescatar. Lo que ya se ha dicho multitud de veces: privatizar los beneficios y socializar las pérdidas, todo ello a costa del bolsillo del contribuyente.
En el capítulo 8 critica la globalización por injusta ya que el FMI tuvo un doble rasero según los países eran desarrollados o en desarrollo. El libre mercado global no fue tal, ya que EEUU financiaba a sus agricultores y ponía trabas al tercer mundo, a quien exigía fuerte reducción del déficit, problema que no hubo para rescatar a los bancos. Las recetas para privatizar la economía de los países pobres, según Stiglitz, equivale a malvender los recursos de un país a empresas de paises desarrollados, las desregularizaciones del sector financiero recomendadas por la escuela de Chicago acabaron en un colosal aumento de la deuda y bancarrotas, como ocurrió en el 2008.
Hace una comparación de las economías de EEUU y China (con una gran tasa de ahorro y reacia a prestar más dinero a EEUU). Propone la creación de una moneda de reserva mundial, recuperando una idea de Keynes.
El capitulo 9 es muy interesante desde el punto de visto teórico porque analiza La Riqueza de las Naciones de Adam Smith (1776) y demuestra que existen fallos de mercado y que su funcionamiento ni es eficiente ni perfecto. Habla del fracaso del modelo neoclásico, tanto sobre la desiguldad de los salarios, la financiación de las empresas con deuda, la demanda de trabajo no es duradera.
El capitulo 10, insiste en la crisis moral, de que esta crisis la sufren más los contribuyentes, de que existe un feroz individualismo (no sé si fue él o Paul Krugman quien lo denominó "pensamiento cruel"). Dice que el PIB es una mala medida del bienestar social. Que la crisis es peligro pero tambien oportunidad (el símbolo chino representa eso mismo).
[Conclusiones del lector: mi teoría es que Stiglitz defiende el libre mercado y, por ello, denuncia las "perturbaciones" que le restan libertad como la falta de información en los mercados, los monopolios, el excesivo peso del sector financiero o la intervención del Estado cuando esa acción no ayuda a que el mercado funcione libremente como sería lo justo].
[Nota del lector: comparto algunas ideas de Stiglitz. Tuve la intuición de que la crisis era sistémica porque, en mi opinión, el elevado consumo no podía mantenerse indefinidamente. No es eficiente cambiar de coche cada tres años si los recursos son escasos, y en creencias como esas de crecimiento indefinido se basan muchas industrias. Es probable que la crisis dure 10 años, que toque fondo en junio del 2011 y que hasta 2015 no se recupere la actividad previa al 2008. Se basa en la teoría de ciclos. Si la crisis no es cíclica, durará más porque requerirá un ajuste del sistema de producción.]
PARA SABER MÁS SOBRE "FREE FALL":
Excerpts from Freefall
Selected reviews of Freefall
Interviews with Professor Stiglitz about Freefall
Online Media about Freefall and related book events

miércoles, 15 de abril de 2015

Resumen: "La cultura de la satisfacción", de John Kenneth Galbraith (1992)



 Resumen: "La cultura de la satisfacción", de John Kenneth Galbraith (1992)

 Resumen original y actualizado en el siguiente link:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2012/06/la-cultura-de-la-satisfaccion-de-john.html


Resumen, anotaciones y comentarios de E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.

Razones para leer este libro:
 Aporta una visión realista sobre los programas electorales y el destino de las subvenciones sociales (a piscinas públicas, etc...), lo que entra dentro de los intereses de la clase media que vota y paga impuestos y quiere beneficiarse de una rebaja en su consumo de bienes públicos. De esto modo, dice Galbraith, la política pública hacia los más desfavorecidos es olvidada porque hay que satisfacer a la clase media (eso que en el siglo XXI no parece que tenga mucho futuro)

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Sociología, estructura social, economía política


Título: "La cultura de la satisfacción"
Subtitulo: "Los impuestos, para qué? Quienes son los beneficiarios?"
Título original: "The culture of the Contentment".

Autor: John Kenneth Galbraith
Fecha de publicación: 1992
Editorial en español: Editorial Ariel

Resumen de la contraportada:
"Una brillante descripción y un agudo análisis de la actual Mayoría Electoral satisfecha en Estados Unidos y en Occidente. La intervención del Estado en la sociedad y el papel que deben tener los impuestos marcan la línea divisoria entre lo aceptado y lo rechazado por esa Mayoría.
Pero el profesor Galbraith también pone sobre el tapete la existencia de su reverso, la Subclase, marginada y en creciente conflicto. El resultado es una visión panorámica aunque crítica de las sociedades avanzadas de nuestro tiempo".


Interés del libro: Galbraith retrató la sociedad de consumo de los años 50, la de las grandes corporaciones y ejecutivos de los 60 y escribe el libro tras la caída del muro de Berlín.
En este libro, Galbraith da una explicación de por qué los republicanos de EE.UU. piden una rebaja de impuestos y un recorte del Estado, y de por qué la gente les vota. El libro fue escrito en 1992, pero 20 años después los mismos argumentos siguen vigentes contra el gobierno Obama y otros dos autores, Paul Krugman y Stiglitz, toman el relevo de Galbraith en la defensa del estado de bienestar y las teorías keynesianas.



Resumen

¿Por qué ese título? En las primeras páginas, Galbraith dice que los privigilegiados que estaban en el poder en la Roma posterior a Trajano, en la Francia del siglo XVIII o la Inglaterra industrial del XIX o las elites dirigebtes comunistas de la URSS aprobaron aquellas teorías económicas aduladoras que justificasen que lo más conveniente y sabio era que ellos se quedasen con la riqueza. Eran los gobernantes satisfechos de un mundo ordenado a su servicio, a pesar de que el pueblo clamaba por reformas. Si esa cultura de la satisfación pervive es porque algunas de esas reformas que pedían los marginados se hicieron a regañadientes.
Pero lo que dice Galbraith es que los que votan en las elecciones son los que están satisfechos sin sospechar que hay grietas en el sistema [nota del lector: en el 2011 salió un libro que describe esas grietas en el sistema, sobre todo en el sistema financiero].


CAPITULO 1

Galbraith examina las consecuencias de la crisis de la bolsa de 1987 y cree que no fue tan destructiva como la Gran Depresión porque en el medio siglo posterior a 1929 los gobiernos adoptaron colchones como subsidio de desempleo, pensiones o ayudas a bancos o evitar quiebras.
Este añade que las clases más afortunadas y satisfechas siempre han tenido economistas aduladores que han esbozado teorías para justificar sus riquezas como los fisiócratas con los terratenientes o David Ricardo y Malthus con los liberales. De no haber reformas sociales, el capitalismo no habría sobrevivido a la Primera Guerra Mundial ni a la Gran Depresión. Pero mientras el comunismo disparó la producción industrial en masa pero fue incapaz de generar una sociedad de consumo ni estimular la agricultura y se hundió en 1989, el capitalismo sobrevivió gracias a reformas que los más afortunados habían reUchazado inicialmente.
[nota del lector: creo que Francis Fukuyama en su libro El fin de la historia explica mejor la caída del comunismo, que lo basa en una crisis de legitimidad]. Galbraith señala que tras la caída de la URSS quedó en Occidente la sensación de triunfo y de satisfacción pero Galbraith dice que ninguno de los votantes satisfechos, que son los que votan, hacen oídos sordos a las grietas en el sistema.

CAPÍTULO 2

Los votantes satifechos formarían la mayoría, el 1% más rico, el 20% acomodado y el proletariado que percibe dos sueldos. Habría un 12,5% que vive en la pobreza, marginales que no votan.
Galbraith reprocha que haya autores que se quejen de que los pobres cobren subsidios por encima de lo que sería un estimulo para buscar trabajo. [nota del lector: Tim Harford escribió en el 2009 precisamente sobre cual era el salario minimo para "incentivar" al parado para que buscase trabajo ]. Tanto celo no se aplica con esas clases satisfechas y votantes que perciben sustanciosos subsidios, pensiones, atenciones de la seguridad social y subvenciones. Ese gasto no solo no parece excesivo o contraproducente sino que los votantes lo defienden como preciada posesión.
Otra característica que señala Galbraith es que los sstisfechos creen que han llegado a su situación por sus méritos, inteligencia y esfuerzo por lo que considerarán injusto cualquier intento de arrebatarles sus privilegios.

Por otra parte, quienes critican los gastos hacen referencia a la "pesada carga del Estado" pero eso excluye las prestaciones, seguros y gastos en Defensa que requiere proteger la democracia. Según Galbraith, los modernos conservadores y hasta los demócratas ven necesarios estos gastos que redistribuyen el dinero que pagan en impuestos pero son cicateros con las ayudas a los marginados y menos desfavorecidos.
Otra característica es que el pago de impuestos de los ricos tiende a pararse por alto bajo la creencia de que los menos ricos también se librarán de pagar todos los impuestos que deberían. Estos discursos se remontan a los años 50, siguieron en la era Reagan y Bush padre. [ nota del lector: y prosiguen actualmente].

El capítulo que trata sobre los impuestos es uno de los más interesantes porque Galbraith da una explicación coherente de por qué los conservadores piden recortes en educación o sanidad y menos Estado. La razón es sencilla: wuienes tienen un alto poder adquisitivo no quieren pagar dos veces por lo mismo, ya que pagan colegios y seguros privados y además los impuestos por unos servicios que no reciben por que no lo necesitan. Hay gente que incluso ha propuesto bonos descuento para sus colegios privados [nota del lector: Milton Friedman propuso esos mismos bonos para los afectados del huracán Katrine, lo que critica Naomi Klein en su libro La doctrina del shock]. Galbraith dice que políticos que defendían estas ideas como Reagan o Bush padre se limitaron a hacer lo que les pedía la mayoría, que era no pagar más impuestos por algo que ya se podían permitir con sus altos salarios y que no les beneficiaba a ellos sino a los pobres. La reducción del Estado era también para educación y sanidad pero no para gastos que lis votantes consideraban necesarios como la defensa, la ayuda a bancos en quiebra o las gersntías para los ahorros bancarios. Para eso sí hay dinero.[ nota del lector: este análisis fue escrito hace 20 años pero mantiene vigencia durante la Gran Recesión de 2008 al 2012].

Otro de los conceptos que aborda es el de subclase, en referencia a los inmigrantes sin derecho a voto o las poblaciones más pobres y marginales que se perpetúan una generación tras otra. Antes, un inmigrante o trabajador pobre tenía la esperanza de que sus hijos estudiasen y mejorasen profesionalmente, pero ahora la subclase ve como se restringen las ayudas se la formación y los hijos repiten los desagradables oficios de sus padres.

CAPÍTULO 8

El cspítulo 8 es de especial interés para entender la crisis de 2008 a 2012. Galbraith explica la formulación de Murray: estímulo imprescindible para los ricos, impuesto de renta más bajo sin pérdida de recursos públicos, disminución de los gastos destinados a los pobres y el apoyo intelectualmente impecable de Adam Smith. Estas doctrinas, agrupadas, compusieron lo que se conoció como economía del lado de la oferta. Según la definición de Galbraith, la economía del lado de la oferta significa que "la política económica pasaría a centrarse no en los factores que afectaban a la demanda agregada de la economía sino en los que, recompensando la iniciativa y por tanto la producción, expandían la economía aumentando la oferta de bienes y servicios. Para este fin, los ricos necesitaban el acicate de màs dinero, los pobres el acicate de su propia pobreza". Se supone que el objetivo final es bajar los impuestos de los más ricos mediante la teoría del goteo: si uno alimenta al caballo con avena de sobra, algo acabará cayendo en el camino para los gorriones (David Stockman, administración Reagan).

El capítulo 8 también tiene interés por la revisión que hace del libro La Riqueza de las Naciones, de Adam Smith, de su teoría y sus mitos. Galbraith recuerda que Adam Smith se oponía a la gran clase comerciante pues ello hubiese otorgado a esta grandes privilegios arancelarios y monopolistas. "Smith quería libertad de comercio, impulsada por la fuerza universal del propio interés. Veía a su vez, a esta fuerza como la motivación que orientaba la vida Economics hacia resultados socialmente beneficiosos. He aquí su famosa mano invisible", dice Galbraith.
Respecto a los servicios públicos y el Estado, Smith insistía en que un país civilizado tiene una gran cantidad de gastos necesarios que no lo son en absoluto de un país, según su expresión, bárbaros. Además, le atraía mucho la idea de un impuesto proporcional con la riqueza.

CAPÍTULO 9

El capítulo 9 reflexiona sobre la política exterior de EE.UU., cuyos cargos tienen un gran prestigio social pero poca formación según Galbraith.

CAPÍTULO 10 Y 11

Los capítulos 10 y 11 abordan el gasto militar ante amanezas. [ nota del lector: Galbraith ya estudió este tema en "La sociedad opulenta"]. Este sostiene que en los 80 la administracion Reagan invirtió millones de dólares en nuevas tecnologías armamentisticas, lo que generó beneficios a los fabricantes, ingenieros y militares. Sin embargo, Galbraith reprocha que programas como La Guerra de las Galaxias eran de dudosa eficacia pese a su alto coste. En realidad, lo que se ve es que ese dinero no fue a programas sociales o escolares y a los votantes sstisfechos les pareció bien. El autor hace una observación sobre que las más grandes y costosas guerras fueron emprendidas por demócratas ( la guerra de Corea, Vietnam o la Segunda Guerra Mundial) y las cortas y de baja intensidad (Panamá, Granada o Irak en 1991) por republicanos. [ nota del lector: el libro fue escrito en 1992, las dos siguientes guerras en Afganistán e Irak fueron emprendidas por republicanos].
Otra observación es que los votantes satisfechos no quieren ir a las guerras, por lo que la mayoría de los reclutas proceden de entornos marginales bajo promesas de ascenso social].

CAPÍTULO 13 y finales

La conclusión de Galbraith es que las políticas, discursos y promesas de demócratas y republicanos se asemejan porque no quieren disgustar al votante satisfecho.
En uno de sus comentarios, Galbraith comenta que los votantes quieren que los políticos garanticen sus ahorros y los gobiernos eviten las quiebras de los "bancos demasiado grandes para caer". [nota del lector: Como vemos, Galbraith estaba anticipando un escenario que tendría gran trascendencia 20 años después].

viernes, 10 de abril de 2015

Resumen de "¿Quién controla el futuro?", de Jaron Lanier (2013)

Resumen de "¿Quién controla el futuro?", de Jaron Lanier (2013)


Resumen original y actualizado en:
http://evpitasociologia.blogspot.com/2015/03/quien-controla-el-futuro-de-jaron.html


Razones para comentar este libro:
Los avances ennces en la informática e Internet van a pasos agigantados y Jaron Lanier (inventor de la realidad virtual) se pregunta qué va a pasar con todos los datos que la gente vuelca en los servidores de los monopolios existentes en la Red y que son los que extraen la verdadera riqueza de esos metadatos. Cree que habría que pagarle a la gente cada vez que sus datos son usados para algo.





Resumen y anotaciones por E.V.Pita, licenciado en Sociología y Derecho.


Sociología, redes sociales, Internet, comunicación, consumo, sociedad de masas

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Título: "¿Quién controla el futuro?"


Título original: "Who Owns the Future?"


Autor: Jaron Lanier

Edición en inglés; Penguin Random, 2013

Edición en castellano: Penguin Random - Debate, 2014

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Biografía oficial del autor Jaron Lanier (hasta 2014)

"Jaron Lanier es experto en informática, músico, artista gráfico y escritor. Una de las cien personalidades más influyentes del mundo en 2011, según la revista Time, es muy conocido en el campo de la informática por sus trabajos sobre la realidad virtual - expresión acuñada por él -, que le valieron el galardón al Lifetime Career del IEEE en 2009. En un artículo de la revista Wired se le define como "la primera figura de la tecnología que ha logrado el estrellato en la cultura contemporánea". Ha trabajado tanto en entornos académicos, sobre todo en relación con Internet 2, como en el sector privado, y ha participado en la creación de empresas que acabaron compradas por Oracle, Adobe y Google. Obtuvo un doctorado honoris causa del Instituto de Tecnología de New Jersey en 2006. La Enciclopedia Británica le ha incluido en la lista de los trescientos inventores más importantes de la historia. Su libro Contra el rebaño digital (Debate, 2011) fue un éxito internacional".

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Indice (resumido)

Parte I Primer asalto

1. Motivación

La ley de Moore altera la forma de valorar a las personas
La playa que bordea la ley de Moore
El problema no es la tecnología sino nuestra manera de pensar en ella.
El progreso es obligatorio / nunca es ajeno a la política

2, Una idea sencilla

Primer interludio: una visión antigua de la Singularidad
¿Merecen las personas que se les paguen si no padecen?
La parcela

Parte II  La tempestad cibernética

3. El dinero visto a través de los ojos de un informático
El dinero, Dios y la antigua tecnología del olvido

4. La construcción ad hoc de la dignidad de las masas
¿Son las clases medias algo natural?
Pequeños retoques en el diseño de la red pueden alterar los resultados
Dejemos que las distribuciones gaussianas sean gaussianas
Los sistemas del estrellato se axfisian a sí mismos, las curvas gaussianas se renuevan
El absurdo ideal de un mercado completamente puro
Ingresos y riqueza son cosa distinta

5. Los servidores sirena

No puede haber complejidad sin ambigüedad

6. El espectro de la inversión perfecta
Nuestra comida gratis
Caramelo
El riesgo de irradiación
El servidor ve de ti más de lo que tú puedes ver de él
El autocojetamiento a la autoconfabulación

7. Algunos de los primeros servidores sirena
Mi pequeña ventana
Wal-Mart como softeware
La perspectiva de la cadena de suministro
Servidores sirena financieros

Segundo interludio: Si la vida de da "Eulas", haz limonada

Parte III    Dos puntos de vista sobre el devenir del siglo

8. Episodios de desempleo de masas
¿Seguirá habiendo trabajo en la industria?
Napsterizando a los conductores
La enseñanza no es lo suficientemente abstracta
Una fábula farmacéutica que podría hacerse realidad este siglo

9. Desde lo alto: hacer mal uso del big data para hacer el ridículo
Tres "neerds" entran en un bar
Lo que para uno es falta de privacidad para otro es fuente de riqueza
El big data en la ciencia
La naturaleza del Big data desafía a la intuición
Kickstarter

Tercer interludio: La modernidad imagina el futuro

Parte IV   Mercados, paisajes energéticos y narcisismo

10. Mercados y paisajes energéticos
La tecnología del engaño ambiental
Experimentalismo y percepción política
Keynes como pionero del Big Data

11. Narcisismo
La locura del giro local / global
Los servidores sirena creen que el mundo gira a su alrededor

Cuarto interludio: los límites son para los "muggles"

El riesgo mortal de no ser una criatura cambiante

Parte V - La lucha por ser el más "meta"

12. La historia perdida

13. Coacción en piloto automático, Efectos de red especializados.

14. Ocultar el elemento humano

15.La historia encontrada

Quinto interludio: El viejo sabio en las nubes

Parte VI Democracia

16. Basta con no quejarse
Los Gobiernos han aprendido los trucos de los servidores sirena

17. Para que los derechos persistan, deben basarse en la capacidad de influencia.

Sexto interludio: El protector de bolsillo en la túnica de color azafrán
Monjes y nerds
La evolución de la abundancia

Parte VII . Ted Nelson

18. La primera y la mejor idea
Derecho a remezclar no es lo mismo que derecho a copiar
Enlaces bidireccionales


Parte VIII Las imágenes comprometedoras

19. El proyecto
Una economía de la información sostenible

20. Necesitamos algo mejor que unos diques ad hoc
En los árboles no crece el dinero suficiente

21. Algunos principios fundamentales
Simetría comercial
Solo ciudadanos de primera
Evitar los servidores sirena zombis
Solo identidad de primera

22. ¿Quién hará eso?
Realismo biológico
La psicología del merecimiento

23. Las grandes empresas

24. ¿Cómo gasteremos el dinero?

25. Riesgo

26. Identidad financiera
Simetría economica interpersonal
Neutralidad de red economica
La simetría como método disuasorio contra los intentos de engañar al sistema

27. La mitad inferior de la curva

28. La interfaz con la realidad
¿Qué podemos hacer con el big data y el problema de la realidad?
Por qué el combate contra el fraude implica la lucha contra los chanchullos

29. Desasosiego
El paraíso de los hacker
La red nos vigila
Varias buenas razones para dejar que nos rastreen en la nube
El desasosiego no está en la tecnología sino en el poder que otorgamos a los servidores sirena
La pirámide del chantaje de Maslow

30 Un intento de mitigar el desasosiego
Los derechos comerciales escalan online, los derechos cívicos, no
Los derechos comerciales tienen consecuencias prácticas
El precio ideal de la información equivale a la minimización del desasosiego

Séptimo interludio: Los límites son para los mortales
De la red social a la inmortalidad
La inmortalidad de dos niveles planificada para este siglo

Parte IX Transición

31. La transición
¿Puede haber una regla de oro digital?
Avatares y crédito
El precio de la antenimbosia

32, Liderazgo
Mil geeks
Startups
Multitud de servidores sirena
Facebook o algo similar
Confederaciones de solo unos pocos servidores sirena gigantes

Octavo interludio: El destino de los libros
Los libros inspiran la maquinación obsesiva
No es una cuestión de papel frente a libro electrónico
El libro tal y como le gustaría a Silicon Valley

Conclusión: ¿Qué debemos recordar?
La economía del futuro es el diseño de interfaces de usuario
¿Hay alguna manera de determinar si una economía de la información es humanista?

Epílogo
Una clase imprevista de la economía de la información humanista
Silicon Valley adapta una idea alternativa y supuestamente simple de la economía humanista
El valor actualmente oculto de los datos

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Texto de la contraportada

"Desde hace unas décadas, Lanier ha aprovechado su experiencia para reflexionar acerca de cómo la tecnología transforma nuestra sociedad y nuestra cultura. "¿Quién controla el futuro?" es la perspectiva de un pensador visionario sobre la cuestión económica y social más importante de la actualidad: la perniciosa concentración de dinero y poder en las redes digitales. Lanier piensa que el auge de las redes digitales ha conducido nuestras economías a la recesión y ha diezmado las clases medias. A medida que las tecnologías destruyen más y más sectores - desde medios de comunicación hasta la medicina o la industria -, afrontamos mayores desafíos al empleo y la prosperidad individual.
Pero hya una alternativa a permitir que la tecnología se apropie de nuestro futuro. En esta obra tan ambiciosa como sensible al devenir humano, Lanier dibuja el camino hacia una nueva economía de la información que respetará a la sociedad y le permitirá crecer. Es hora de que la gente común sea recompensada por lo que crea y lo que comparte en red. Lúcido, original y provocador, "¿Quién controla el futuro¿" es una lectura necesaria para todos los que vivimos en un mundo parcialmente digital."

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Resumen y comentarios:

Lanier se encuadra entre los nuevos autores que describen el  mito artúrico de Silicon Valley: la inmortalidad a través de la computación del cerebro, guardar la memoria biológica en un cerebro artificial. Cuando se alcance este logro, la Humanidad habrá alcanzado la Singularidad. Este concepto ha sido tratado por historiadores recientes como en "De animales a dioses",de Yuval Noah Harari (2013) y "¿Por qué manda Occidente... por ahora?", de Ian Morris (2010).
Lanier sostiene que los ingenieros de Silicon Valley están obsesionados con esa idea de la inmortalidad informática y que ya casi se ha convertido en una religión. [nota del lector: la verdad es que tiene todos los ingredientes]. Lo que deduce el autor es que tarde o temprano va a haber dos clases de personas: las que puedan permitirse el lujo de pagar por almacenar sus vivencias en un programa de Inteligencia Artificial y, por tanto, reproducirlas después de que su cuerpo físico fallezca y los que tendrán que conformarse con morir como todo el mundo. Esta inmortalidad informática es en la que están volcando sus esfuerzos los genios de Silicon Valley. Es algo que se sabe desde hace un lustro porque han salido varios libros que mencionan este avance humano, que coincidiría con la eliminación de todas las enfermedades y el alargamiento de la vida, quizás hasta los 200 años. Larnier ya anticipa un estancamiento económico al ser gobernado el mundo por una gerontocracia inmovilista. [nota del lector: tengo mis dudas de que la inmortalidad informática o la Singularidad funcione incluso si se lograse que un cerebro electrónico reprodujese todas las vivencias de un humano fallecido y tuviese consciencia como si fuese él. La cuestión es que una vez que el tipo se despierta en esa nueva vida y descubre que está atrapado en un "disco duro", que él solo es "pensamiento cibernético" ¿no se iba a enfadar o sentirse deprimido? Sería una consciencia dentro de una caja que podría leer los periódicos on line y enterarse de lo que pasa en el mundo, hablar con sus seres queridos o mover "avatares" para hacer recados. También es posible que se pudiese implantar ese cerebro artificial en un "cyborg" al más puro estilo Darth Vader o Robocop. Sería un triste consuelo, una especie de fantasmas vivientes que saben que se esfumarán al primer apagón y que los vivos son los que tienen el control].


La segunda cuestión que Lanier examina es la importancia y poder que están logrando los "servidores sirena", que pertenecen a grandes compañías que procesan todos esos datos que subimos al whapsapp o a Facebook. Lanier sostiene que la verdadera riqueza de Internet está en extraer patrones de esos datos y luego venderlos. [nota del lector: por ejemplo, saber que las personas que compran los viernes por la tarde zapatos de color negro por eBay suelen adquirir más entradas para el teatro a través de Facebook, o cosas así]. Es la comercialización de estos datos la verdadera riqueza de Google o Facebook, el verdadero negocio está en la explotación estadística de los datos de los usuarios, el llamado Big Data, porque la tarta publicitaria es un modelo económico que se agotará y en el que todos acabarían enzarzados en peleas por hacerse con algunas migajas más de los mismos trozos. Las enormes granjas de servidores, que requieren una gran energía, están acumulando y procesando datos de millones de personas que usan aplicaciones gratuitas de redes sociales y telefonía sin saber que hay un servidor que anota cada paso que dan y saben todo sobre ellos: a qué hora encienden su móvil y lo apagan, lo que da una pista de dónde duermen (y extraer muchas conclusiones....), cuando está más activo (por el trabajo), qué llamadas hacen (lo que reconstruye sus redes sociales)... El IP o identidad digital no es única y los usuarios pueden crear varios perfiles en Facebook para borrar pistas de su huella digital pero a estas alturas es más que probable que el Big Data, a base de correlaciones de patrones, ya sepa quiénes usan el mismo perfil y quién es el verdadero usuario. En definitiva, controlar el Big Data es el negocio del siglo XXI porque los comerciantes usan esos datos por encargo para mejorar su producto, afinar en la publicidad dirigida y hacer sus ventas. La cosa va a ir a más porque la automatización es imparable y, tarde o temprano, los coches conducirán solos y nuestras rutas serán procesadas. La versión más suave de lo que podría pasar es que cuando pasásemos por una carretera un cartel publicitario pondría la cara de un amigo y unas letras nos dirían: "Johny, no te olvides de comprar en Amazon tu entrada para la final de la NBA".
 El problema de los grandes servidores de Big Data es que acaban monopolizando su sector, por aquello de "el ganador se lo queda todo" y se convierten en imprescindibles para el usuario, que carece de alternativas. Lo mejor de todo es que numerosos usuarios están trabajando gratis y subiendo miles de datos a la Red como si fuese un hobby o una diversión (a través de blogs, comentarios en foros, vídeos caseros...) de forma que alimentan gratis a esos servidores sirena que luego sí saben explotar la información estadística que extraen. Es decir, la gente trabaja gratis y encantada, por eso el servidor funciona como las sirenas que llevaba a las rocas a la tripulación de Ulises. Hay millones de internautas trabajando gratis y llenando de contenido la Red se supone que, por el bien común, pero todos olvidan que detrás hay una compañía privada y unos inversores que quieren extraer un beneficio. El efecto más visible es que el valor de la información subida a la red se ha devaluado [nota del lector: lo vemos a diario en la prensa escrita] porque la oferta es muy amplia.
Algunos servidores son "servidores sirena", como los define Lanier, y solo hay un puñado de ellos pero tienen billones de datos procesados de los usuarios que requieren sus servicios gratuitos. Y ya se sabe que la información es poder. Los ciudadanos y los gobiernos pronto se podría ver superados por estos servidores sirena.
 Por otra parte, toda esta información "on line" es cierto que beneficia a todo el mundo y agiliza las comunicaciones pero también está destruyendo puestos de trabajo, no solo a los músicos, periodistas y fotógrafos si no a todos los sectores que dependen de la logística, transporte, pero incluso a los "yuppies" de Wall Street que se ven superados por máquinas que hacer millones de operaciones por segundo, algo inigualable. La economía se ha vuelto mucho más eficiente (al menos para especular y para fabricar más barato). El resultado es que, como advierte Lanier, la clase media está desapareciendo a ritmos agigantados y la clase media era la que sostenía la economía de masas porque ¿a quién le van a vender sus productos los fabricantes si no hay clase media y todo el mundo es pobre o no tiene manera de ganarse la vida?.

La propuesta de Lanier es que Internet tiene que pagar a todo el mundo por la información que sube o, por lo menos, por los datos que se extraen. Por ejemplo, si alguien hace un comentario en Twitter y eso genera visitas, debería haber algún micropago para compensarle. Actualmente, si alguien sube un vídeo que recibe millones de visitas eso le genera un subidón de ego pero poco dinero, salvo que le salga un patrocinador. En el mejor de los casos, de un millón de internautas, hay uno o dos que sacan algo de pasta. Los demás, reciben aplausos una temporada y luego caen en el olvido.
 Parte del libro se dedica a estudiar cómo monetizar Internet, qué es lo que se debería hacer para que cualquier producto subido a Internet genere ingresos de forma que la economía digital genere una nueva clase media a partir de micropagos que se podrían cobrar unos años después para compensar al pionero. Lo cierto es que al desaparecer los derechos de autor, o ser apropiados por los servidores sirena en esos contratos on line que nadie lee, el usuario trabaja gratis para hacer fabulosamente ricos a otros a medida que se empobrece el resto de la población.